5 mitos sobre la inclusión laboral que debemos desmontar

La inclusión laboral de personas con discapacidad sigue rodeada de prejuicios y falsas creencias que frenan a muchas empresas a dar el paso. En MHC Servicios Auxiliares, como centro especial de empleo, sabemos que estos mitos no solo son erróneos, sino que además impiden a las empresas descubrir el valor real de la diversidad.

A continuación, desmontamos 5 de los mitos más comunes:

1. “La inclusión baja la productividad”

Falso. La experiencia demuestra que las personas con discapacidad aportan compromiso, estabilidad y motivación. En muchos casos, su rendimiento es igual o superior al de otros perfiles, especialmente en tareas que requieren atención al detalle y constancia.

2. “Contratar personas con discapacidad es complicado”

La contratación puede ser directa o a través de medidas alternativas con centros especiales de empleo como MHC. Esto facilita el proceso, garantiza acompañamiento y asegura cumplimiento legal sin complicaciones.

3. “Solo se trata de cumplir con la ley”

La Ley General de Discapacidad (LGD) obliga a las empresas de más de 50 trabajadores a reservar un 2% de puestos para personas con discapacidad. Pero la inclusión va más allá del cumplimiento: es una estrategia que mejora el clima laboral, la reputación y la competitividad.

4. “Las personas con discapacidad no pueden realizar todas las tareas”

Cada persona tiene capacidades diferentes, como ocurre con cualquier trabajador. Con formación, adaptación y apoyo, pueden desempeñar funciones en limpieza, jardinería, logística, administración y control de accesos con total profesionalidad.

5. “La inclusión es un gasto extra”

La inclusión no es un gasto, es una inversión. Reduce la rotación, mejora la cohesión de los equipos y aporta valor social a la empresa. Además, trabajar con un centro especial de empleo permite externalizar servicios con calidad y eficiencia.

Los mitos sobre la inclusión laboral no resisten la realidad. En MHC Servicios Auxiliares lo demostramos cada día: la inclusión no es un favor, es una estrategia que funciona.

¿Quieres que tu empresa cumpla con la LGD y, al mismo tiempo, gane en productividad y reputación? Hablemos. La inclusión empieza con un paso.